jueves, 5 de julio de 2012

Capitulo 8 - esto no va a acabar bien

Empezaba un nuevo día. Me preguntaba si en aquel infierno había un gallo como despertador.
- Ana, despierta. Ha venido a buscarte Jessica.
No había. Era mi abuela que me movía de un lado al otro. Preferiría que me hubieran metido en un manicomnio, seria mucho mejor llevar una camisa de fuerza que no tener ni cobertura. Miro mi movil, ahora inservible. Respiro hondo.
- ¡Abuela! ¡son las siete de la mañana!, no puedes venir a despertarme con tanta tranquilidad.
Voy al armario donde no cabia ni un cuarto de la ropa que habia traido y me costó mucho elegir. Estabamos en el campo. En un sitio donde llovian 237 dias de 365, e ir de tirantes era una tonteria. Pero basicamente, era lo unico que tenia. Suspire. ¿Y yo le habia pedido a mi madre que me queria ir, sin saber a que infierno me iba a llevar? Que estupidez.
Jessica subió las escaleras, ya que resonaba por toda la casa los gruñidos que hacian los escalones de madera (gruñidos, o como se llamaran). Volvi a suspirar. Baje por las escaleras y volvio a hacer ese ruido que a mi tanto me jodia. Llegué abajo, y mi "desayuno" ya estaba en la mesa. Brownis.
- Esto es todo carbohidratos y azucar - dije mientras cogia uno de ellos con el dedo índice y el pulgar. Lo miraba con asco.
- Si antes te encantaban - dijo mi abuela mirándome con los ojos bien abiertos -. Jessica, ¿los quieres tu?
- Claro, señora Hayden - contestó esta.
Tiró de la silla hacia atrás, se sentó y se puso a comer los brownis tan tranquila. Vale, en este pueblo en todo el verano se van a poner como focas si todos comen así todos los dias. No puedo ni mirar como se mete esa mierda a la boca. Jessica me miró, y me sonrió. Repugnante: llevaba trozos de chocolate en los dientes. Tosí para que no me dieran arcadas. Lo mejor que podia hacer en ese momento era salir fuera. Olía raro, a aire puro. Estornudé.
El terreno estaba húmedo. Nathan y yo corríamos a una cueva que no era precisamente una cueva, no cabíamos entrando los dos por nuestra cuenta así que teníamos que juntarnos mas para no mojarnos ni que las rocas que se desmoronaban se cayeran encima nuestra. Se podía oír el sonido de nuestros corazones y yo sentía en aliento agitado de Nathan en mi hombro desnudo. Levante la vista. La verdad es que estaba guapísimo, estaba tan musculoso y fuerte. Me sentia protegida. Los ojos verdes brillaban bajo la luz de la luna. Había parado de llover, pero quería seguir allí, con el. Fuimos acercando nuestros labios y me besó.
Menuda visión mas larga. Estaba claro, me estaba volviendo loca. No se si es el aire, la bebida de aqui, el suelo o no se lo que era.
- Definitivamente, esto no va a acabar bien - me digo a mi misma.
Pronto empieza a pegar el sol, y luego le tapan las nubes. Y los bichos ya me están comiendo (literalmente). Y ahora pienso... ¿por que Nathan?, ¿por que no Calan? también es guapo y me da menos incomodidad hablar sobre el. Respiro hondo. No podía pensar en chicos después de lo que me había pasado con Michael. Aunque la verdad es que en este pueblo (ya me había acostumbrado a llamarlo pueblo sin reírme) no puede haber nadie mas guapa que yo, tengo miedo de que alguien me vuelva a engañar.
Jessica sale de la pequeña cabaña, casa o como se llame eso y le cojo por los hombros, la tambaleo un poco y digo:
- Tienes que ayudarme.
- ¿De que estas hablando, Ana?
- Tienes que ayudarme a salir de aquí cuanto antes. Mañana quiero estar de vuelta a mi amada Nueva York, a mi mansión de tres pisos con piscina. Estar aquí es una agonía.
Su rostro paso de ser de confundido a no aguantarse de la risa. Se sostuvo en equilibrio gracias al marco de la ventana y me miro, secándose una lagrima que se le había caído.
- ¿Estarás de broma, verdad? - al ver mi cara de "no-tiene-ni-puta-gracia" supo que no -. Pero no puedes irte, ¡son las fiestas del pueblo!
- Por favor, Jessica - supliqué.
- Vale, vale. Lo que tienes que hacer es liarte con un chico en la fiesta de esta noche, ya sabes a lo que me refiero.
- Si...
- Tienes entre Nathan, que aun no lo ha hacho con nadie, Calan, que como te acerques a el te arranco la cabeza y hecho tus restos a las fieras o Jonathan, que ese seguro que te dice que si.
- Mm... así que Calan, eh - levanté y bajé las cejas. Me empujo suavemente y se rió - pues entonces con Jonathan.
- No hace falta que lo evites. Todo el pueblo sabe que te mola Nathan.
Gruñí. Ya empezaban otra vez. Si es que aquí no podré abrir la boca una sola vez sin que me diga que me gusta alguien.
- Que te peten. No creo en el amor - suspiré -. Solo hace sufrir
Ella me agarró de las mejillas y me puso los labios como si fuera un pececillo. Luego las estiro y hizo que sonriera. ¡Pero que bestia que era, nano! ¿Y haber por que coño tocaba mi bonita cara?.
- El plan está en marcha.

sábado, 14 de abril de 2012

Capitulo 7 - no se nadar

- Que incomodidad - digo despues de 5 minutos sin hablar.
Estaba sentada en el mantel de picnic, con Nathan al lado.
- Ya... - se río nervioso.
Me levanto energéticamente. Y me vuelvo a levantar porque me había caído de nuevo al mantel. Nathan se tapaba la boca para evitar soltar una carcajada.
- Ahora vuelvo. Me voy a hacer una llamada.
- No se con que...
Me alejop de Nathana y voy detrás de un árbol. Cojo mi móvil y marco el numero de Tiffani.
- Me cago en la puta - grito. No tenía cobertura. Nathan se estaba riendo a carcajadas. Salgo de detrás de, árbol y le lanzo una mirada fulminante.
Voy al pequeño lago que estaba a escasos metros de nosotros, undo mis manos en el y le lanzo agua a Nathanen la cara. Escupe un chorro de agua que le había entrado en ña boca y me mira como si hubiera asesinado a su gato.
- Estas muerta - dice tan tranquilo. De repente se levanta, viene a mi y me agarra por la cintura. Me tira dentro del congelado lago y me deja allí mientras el se sienta en el mantel, escurriendo lo poco que le había mojado en la camiseta.
- No... Se... No se nadar... - miento haciendo como si me ahogara.
Nathan me mira preocupado. Se levanta rápidamente y corre hacia el lago. Hace un salto alto y llega a unos pocos centímetros de donde yo estaba. Se acerca a mi y me pone la mano en el hombro. Y yo, jodiendo cualquier momento, le hundo la cabeza en el agua y me pongos encima suya.
Lleva demasiado tiempo dentro del agua. Quizás le ha pasado algo.
Meto la mano dentro del agua y le encuentro. No respira. Lo saco del lago con mucho esfuerzo y le tumbo el la hierba.
- Ay dios, porque tendría que faltar a la clase de primeros auxilios.
Le aprieto el estomago varias veces para que escupa todo el aire. Nada. Le pegue varias veces en la cara para ver si recuperaba la conciencia. Nada.
Por favor señor, no me obligues a hacerlo.
Le Levante un poco la cabeza y le abrí la boca. Puse la mía sorbe la suya y sople. También llamado boca a boca. Nathan empezó a toser yo a tirar agua. Me separe de el rápidamente antes de que abriera los ojos.
- Joder, casi me das un infarto - grito
Se enderezo y se puso una mano en la cabeza. Me miro.
- Perdona pero no ha sido culpa mía eso de hundirme cuando yo me estaba preocupando por ti.
- Coño, te acabo de salvar la vida. Un poco mas de respeto.
Nos levantamos. Tenía la ropa empapada y el pelo también. Lo mas mínimo que podría hacer este "caballero" seria darme una toalla. Pero no. El muy lito se quita los pantalones, la camiseta y las zapatillas y se queda en calzoncillos
- Por favor, que aquí hay gente - me señalo a mi misma.
- Es para secar la ropa. Si me ven así me mataran, y seguramente a ti también.
- No pienso quitarme la ropa delante tuya.
- Aya tu. Pero no seria la primera vez que lo harías.
Me sonroje. ¿Me había desnudado delante de este tío? En cualquier caso, no lo volvería a hacer.
Bueno va. Me quite la camiseta. Mire a Nathan, que me miraba y sonreía. Me sonroje.
- ¡No mires!
Se río y se dio la vuelta. Me quite los pantalones que se pegaban a las piernas y eje la ropa en una piedra caliente que había por allí.
- ¿Ya? - pregunto Nathan
- Si, total, me ibas a ver tarde o temprano.
Se dio la vielta y rió. Me miro directamente a los ojos.
- Ven, vamos a casa, luego volveremos a por la ropa
- ¿Que? No, ni hablar. Esa blusa me costo mas de lo que cuesta el pueblo entero. No la voy a dejar aquí.
- Hablas de ella como si fuera una mascota de incontable valor.
Abrí la boca y luego la cerré. Si hablaba solo continuaríamos esta absurda conversación. Nathan se agachó y recogió el mantel. Me lo paso por encima de los hombros. Tirite. Por encima del mantel me paso el brazo por los hombros, quitándome un poco de frío.
- ¿Estas bien? - me pregunto.
– Seguiré diciendo que te he salvado la vida.
- Y te estaré eternamente agradecido - sonrió.

Ya habíamos llegado a la plaza. Jessica, Vanessa, Megan y dos chicos mas venían corriendo hacia nosotros.
- Alá que fuerte, ¿tan pronto lo habéis hecho? Que fuerte - grita Vanessa
- No piensas mal, gilipollas - digo - ¿y vosotros sois?
- Yo soy Jonathan, y el es Calan. Somos hermanos. Llegamos a este pueblo hace dos años. Tu seguro que serás Ana. Nos han hablado mucho de ti.
- Ah, pues encantada entonces.
- Buano, Ana, ahora nos darás una razón por lo que estas en pelotas y descalza aquí en medio
- Es una larga historia
- Tenemos tiempo. ¿Ay algo mas importante que nos quieas contar?
- Soy una heroína. Le he salvado la vida - señalo a Nathan, que se sonrojo.

domingo, 8 de abril de 2012

Capitulo 6 - hay un mundo de posibilidades

Nathan sonrio y me devolvio el abrazo al descubrir que le habia recordado.
- Yo tambien te he hechado de menos, ven, las chicas estaban esperandote.
Me agarró de la mano y me ayudo a bajar la pendiente que daba de mi casa al resto del, ejem..."pueblo".
Llegamos al centro del pueblo, donde habia como una plaza, con una pequeña fuente en medio, donde descansaban un grupo de chicas. Una me vio y le dijo a las otras que me miraran. Enseguida las tres chicas se levantaros y corrieron a abrazarme.
- ¡Ana! Joder, ¿cuanto tiempo hace que no nos vemos? - dice una chica morena, la mas bajita.
- A ver, ponerme a prueva - digo - Nathan - le señalo - Jennifer - señalo a la rubia - Vanessa - la mas bajita - y... ah si,  Megan - la ultima, la que me acuerdo yo, era la mas timida
- ¡UN 10! - gritan todas
- Ay, mis chicas. No habeis cambiado nada - digo
- Tu si, estas guapisima. ¿Como te tratan en la ciudad?
- Bueno, supongo que no me puedo quejar, hay centros comerciales, ¿sabeis lo que son los cen-tros co-mer-cia-les?
- Ana, somos de pueblo, no retrasadas mentales. Claro que lo sabemos - dice Megan
- Ah... yo... esto... lo siento
- Tranqui cielo. Hay un mundo de posibilidades - dice Vanessa agarrandome de las mejillas y haciendo que parezca un pez. Me levanta la barbilla y señala al cielo, donde ella esta mirando.
- ¿A que coño viene esa frase?.
- Que nos referiamos que como te trata la gente
- No del todo mal, bien, creo yo.
- Ya has oido, Nathan, ya puedes dejar de preocparte - grita Jennifer a Nathan, este se sonrojo - pobre chabal, a estado cinco años pensando en que volverias
- Y he vuelto
- Y alli, en... esa ciudad, ¿as conocido a alguien? - decia la ultima palabra resonada - ya sabes a que me refiero.
- Si... - fue lo unico que dije, no queria recordar a Michael - pero cambiemos de tema. El mundo de posibilidades.
- Tenemos una sorpresa para ti y para tu novio.
- ¿Mi novio?
- Pues claro, tu novio, de toda la vida... Nathan
Dios, la gente aqui o le faltan neuronas o algo, pero es que no piensan con claridad. Nathan no es, ni era, ni sera mi novio, bueno, lo ultimo no lo se. Nadie puede resistirse a mis encantos. Estaba pensando en eso hasta que la mano de Megan se agito delante de mi cara
- Tierra llamando a Ana. Nos haces pensar mal con esa cara de placer puesta.
- Guarra. Dios, Megan, nunca cambiaras.
- Ni pienso hacerlo. Mirame, soy adorable.
Suspire. Me taparon los ojos con una benda y una de las tres se fue corriendo mientras gritaba el nombre de Nathan. No me podian dejar ni que deshiciera mis maletas, no, lo primero una sorpresa que a saber si me gustara.

- Venga, que ya queda poco - dice Jessi
- ¿poco para que?
- Para la sorpresa, uis, pero que vaca burra, ¿quieres andar?
¿Baca burra?¿Me acababa de llamar baca burra?¿Que pasa, que en este pueblo no podre ni andar con estilo?¿Y si me tropiezo con algo que? A ver, llevo los ojos tapados, creo que eso de moverse lo veo algo, no se... imposible.
- Ya hemos llegado - dijeron dos voces, una ami lado y otra mas alla. Jessica me desató la benda y me dejo ver. Enfrente mia habia un mantel de picnic rodeado de pequeñas velas, y al otro lado estaba Nathan, sujetado por Megan.
- Os mato - susurramos Nathan y yo a la vez.
Me ruboricé. Joder, ¿pero que coño me pasa? Yo no soy asi, no quiero volverme asi, no quiero volver a enamorarme...

Capitulo 5 - mi supuesto novio

Estoy acabando de meter las cosas en la maleta, bueno, en las maletas. Por lo que veo, me voy al pueblo y me quedare con los abuelos. Hace mucho que no los veo.
- ¿Preparada? - me pregunta mi madre asomando la cabeza por la puerta.
- Todo lo que se puede estar.
- Los abuelos ya estan aqui. Date prisa.
Ande por el pasillo del segundo piso. Me pare en la escalera y mire abajo. Mi abuelo hablaba animadamente con mi madre.
- Ejem, una ayudita no me vendria mal - dije
- Oh, por el amor de Dios - ¿el mismo Dios que me escucha para que tenga aun mas mala suerte? - Ana, cuanto has crecido
Mi abuelo subio las escaleras para ayudarme con las maletas. Bajamos rapidamente y mi abuela me arranco las mejillas pellizcandome. me pare al lado de mi madre
- Cuidate, portate bien y, sobretodo... te hechare de menos - me dijo
- Yo tambien
Salimos de casa y fuimos al coche: una vieja furgoneta con tonos beiges. El exterior estaba desgastado y todo sucio.
Abri la puerta de la furgoneta y la peste llego a mi nariz, haciendome dar varios pasos atras para no desmayarme ahi mismo.
- Venga, no te quedes ahi y sube. Tenemos mucho camino por delante dijo mi abuela
Subí al coche y el asiento estaba como húmedo.
- En marcha - suspire yo.
Mi abuelo encendió la radio. Cantaba desafinadamente la canción de "forever young" de Alphaville.
A la media hora caí en un profundo sueño.

Desperté cuando la carretera se volvió rocosa. Ya no había asfalto.
- ¿Falta mucho? - pregunte un poco mas enderezada.
- No, ya hemos llegado. Mira - dijo mi abuela
Me asome a la ventana y el horror se dibujo en mi rostro. ¿Pueblo? Esto era mas pequeño que un supermercado.
La furgoneta subió por una pendiente y pude ver una cabaña de madera, una cabaña apartada del resto del pueblo.
- Bienvenida a tu hogar de vacaciones, Ana.
Era una cabaña pequeña, enana para mi gusto. Tenia una puerta con dos partes que se podían abrir y habían ventanas por doquier. La cabaña estaba rodeado de arboles, arbustos y flores.
- ¿Que? No pretendereis que sobreviva ahí, ¿verdad?
- Ya veras, te encantara.
Entramos a la cabaña y delante de mi, una araña que colgaba de una telaraña se tambaleo, callendo encima mia.
Grite todo lo que pude mientras saltaba y corría de un lado para otro.
- ¡Quitamela! ¡Quitamela!.
- Quédate quieta - dijo mi abuela. Se acerco a mi y le dio con la mano - ya esta.
Tío, que asco. Primera conclusion: este sitio es repulsivo.
Una señora mayor y regordeta entro, así porque si, a la cabaña, seguida por un chico de aparentemente mi edad.
- Oh, ¿Ana? ¿Eres tu? - dijo ma señora - cielos, cuanto has crecido. ¿Te acuerdas de mi?
Negué con la cabeza. Hacia cinco años que no visitaba ese pueblo, normal que no me acordara de nadie.
- Bueno, todos los días, mi Nathan iba a buscarte aquí, el pobre se llevaba una desilusión cuando le decían que no estabas. Antes le he contado que estabas aquí, ha querido venir conmigo para verte.
- Eh, muchas gracias, abuela. Me acabas de avergonzar.
- Por favor, no tienes por que avergonzarte. Antes erais grandes amigos - se rio - algunos pensaban que erais novios porque de pequeños os dabaia besitos en la boca. Erais adorables.
Me sonroje. No recordaba haber hecho eso de pequeña. Mire al chico, Nathan. Estaba tan sonrojado como yo, o incluso  puede que mas.
- Ir a dar una vuelta por ahi. Tengo cosas que hablar con tu abuela. Ala ala - dijo mientras nos empujaba fuera - teneis mucho de que hablar, y tu, Ana, mucho por ver.
Salimos fuera y nos quedamos callados un buen rato.
- Mmm... Así que Nathan, mi supuesto novio... Dios mío, Nathan, cuanto tiempo, te he techado mucho de menos - digo dándole un abrazo. ¿Desde cuando yo me comporto asi?

sábado, 7 de abril de 2012

Capitulo 4 - gracias, lo necesitaba

Ya estabamos en el instituto y el ambiente era muy alegre. Este año, el decorado lo habian hecho unas cuantas animadoras. El techo estaba iluminado con cientas de bombillas pequeñas y en el centro, una gran bola de discoteca que reflejaba la luz. En el escenario, colocado a un rincon, bailaba un grupo de chicas al son de la musica. La gente bailaba, bueno, a lo que podría llamarse bailar, porque simplemente se tambaleaban de un lado a otro. Michael me agarro de la mano, me tiro hacia la pista y nos pusimos a bailar.
Pasado un rato me soltó.
- Quédate aquí, voy al baño.
- De acuerdo.
Me quede donde estaba, sola. Un chico se acerco a mi, iba borracho.
- Eh, Hayden, tu novio se esta tirando a otra tia en el baño.
- ¿Que? No puede ser, creo que te equibocas de chico.
- Bueno, ve y compruevalo, si crees que me equiboco.
Salgo corriendo al baño de hombres. Abro la puerta y de principio me encuentro con otro chico.
- Largate, Lopez - le digo empujandole.
La ira se expandia por mi cuerpo a cada paso que daba. Se escuchaban gemidos que provenian del ultimo baño. Abri la puerta de una patada, sin importarme ya nada. Noté el frio del suelo en mis piernas, y las lagrimas deslizarse por mis mejillas. Michael, con otra chica, Nathaly Robinson.
- No he visto a nadie que tenga tanta jeta que tu, eres despreciable - susurré.
- Ana, yo... dejame explicartelo... - posó su mano en mi brazo, pero lo aparte de un manotazó y me arrastre por el suelo para alejarme de el. Me levante, con todo mi orgullo encima. No pienso llorar por ese tio, el rimel esta demasiado caro.
- ¡No vuelvas a ponerme la mano encima! ¿Te queda claro? No tienes que explicarme nada, ya he visto suficiente para que ahora me vengas con tus estupidas mentiras. Y tu, Robinson, deberias usar la tilde, tu nombre lleva.
- Mi nombre no lleva tilde - replicó.
- ¿A no?¿Desde cuando putón no lleva tilde? - dije en un ultimo intento de que no se me rompiera la voz
Sali del baño triunfante. Aunque en ese momento aun no sabia que era lo que habia ganado. Habia perdido a Michael; a una buena amiga, Nathaly y tambien habia perdido mi maquillaje y mi noche, la noche de fin de curso.
Tiffany vino corriendo a mi lado en cuanto me vió.
- Cielo, ¿que te pasa?¿por que lloras?.
- Por nada, tu... ¿tu estas bien? No quiero que te acerques a Marc.
- Olle, que solo es mi pareja, no vengas ahora de celosilla, que fuiste tu la que rompio con el - dijo enfadada.
La abracé y rompi a llorar en su hombro.
- No, porfavor. Tu no, no quiero perderte a ti tambien.
- ¿Perderme? ¿Que? ¿Ana, de que estas hablando? - me agarro de los hombros y tiro atras de mi para mirarme a los ojos.
- Michael, ahi dentro, estaba... estaba con Nathaly, y los dos se... - no pude continuar, las lagrimas volvian a esaparse de mis ojos sin que yo pudiera hacer nada.
- Shh, tranquila tranquila. Mira, ahora te voy a llevar a tu casa, para que descanses.
Me agarro de la mano y fuimos al aparcamiento. Tiff conducia el coche a toda velocidad por las calles de Miami. Mi pelo volaba por mi cara y se iba para atras.
Llegamos ala esquina de la calle donde estaba mi casa y me baje del coche. Me gire y Tiff me miraba, con una sonrisa triste en la boca.
- Ten cuidado al volver - le dije con un hilo de voz.
- Lo tendre, tu simplemente... descansa.
Mientras subia el escalon de la cera, me cai hacia atras y el tacon de mi zapato salió volando hasta llegar a mi cabeza.
- Perfecto, ¿que mas puede pasar? - cogí el tacon, que descansaba en mi regazo - ahora es la parte donde algo mas jode el dia al protagonista.
Y de repente, como si Dios me hubiera escuchado empieza a llover. "Gracias, lo necesitaba"
Ando rapidamente descalza, con los zapatos en la mano, deseando llegar a mi casa ya y poder ser feliz con mi cama. Estaba ya en el portal de mi casa. Lo unico que esperaba es que no me pasara nada subiendo las escaleras, que no me cayera un rayo, o que no chafara ninguna mierda de perro. Abro la puerta de entrada tras cuatro intentos fallidos. El calor de dentro me inunda, paralizandome. Mi madre estaba sentada en el sofa, viendo el televisor.
- Mama... - la llame, goro la cabeza para mirarme - ... me quiero ir, quiero irme de aqui.

Capitulo 3 - no me pienso ir a ningun sitio

- Johanson. Enhorabuena. - dijo la profesora. Babe Johanson, una compañera de clase, se levantó y recogió su boletin de notas - ... Hayden - continua la profesora. Me levanto como un suspiro de mi asiento y voy a la mesa del profesor -. No se ha esforzado mucho este curso, Hayden.
Genia, si, genial. He aprovado una y de milagro. Si ya lo sabia yo.
Nos reparten los deberes de vacaciones, que para mi son demasiados, y el libro que nos tenemos que leer: guerra y paz. Un tocho mas gordo que la biblia.
De vuelta a casa iba nerviosa. Entro y mi madre, que me abrió la puerta, me arrancó el boletin de notas de las manos y lo miró. Su rostro se fue tornando serio, enfadado. Me mira.
- Anastasia Hayden o'Conner - empezo. Si de algo estoy segura, es que si una madre pronuncia tu nombre completo, no te espera nada bueno - ¿Que clase de notas son estas?
- Las mias - susurro, cerrando un ojo y cerrando los dientes. Tenia miedo.
Entonces sono el telefono. Mi madre se me adelantó y lo cogió, aun roja por el enfado.
- ¿Tiffany?... si, esta Ana, pero no puede ponerse... no, este año se va a ir de vacaciones...
¿Vacaciones?¿Acababa de decir vacaciones?¡¿VACACIONES A DONDE?! Me entro el panico.
Mi madre acabó de hablar y colgo. Suspiró y me miró.
- Haz las maletas, cuanto antes te vallas, antes aprenderas que los estudios son lo primero.
- ¿Irme?¿Yo sola?
- Si, tu sola. Haz la maleta. Que no te lo tenga que repetir otra vez.
- No, yo no me pienso ir a ningun sitio. Me tengo que quedar aqui, con Michael y con Tiffany. Tengo que ir al baile de fin de curso. Tengo que vivir mi vida. Mama, dejame en paz por una vez. Tengo amigos, soy social. Dejame mi aire.
- Escuchame señorita, no me hables asi que soy tu madre. Como mucho el martes, el martes te iras. Y no quiero verte replicar. Me tratas como si fuera basura, y no voy a permitir que eso pase.
- ¿Y que vas a hacer?¿Llamar al de Hermano Mayor? Creo que yo soy la que va a salir ganando.
Subo por las escaleras y me encierro en mi habitacion dando un portazo.

Es lunes. Me he quedado dormida y ahora son las 12 y media. Doy un salto de mi cama y me visto con lo que cojo: una camiseta basica de tirantes, unos pantalones pitillo y unas manoletinas rojas.
Aun no me he hablado con mi madre desde el incidente, por lo que cuando paso por el salon me voy sin decirle nada. Cojo mi coche y voy a casa de Tiffany. Entro como una bestia en su habitacion, casi arrancando el pomo de la puerta al abrir.
- ¡Tia! Joder, llegas tarde. El baile empezara a las 8. Y solo tenemos 7 horas.
Para Tiffany, todo es poco. Como si en 7 horas no nos podamos poner un vestido.
Me cogió del brazo y me sento en la silla que estaba al lado de su tocador y empezó a toquetearme el pelo.
- No se que voy a hacer con este desastre... - dijo pensativa - ya esta, te lo alisare.
Se fue coriendo de su habitacion y volvio con una plancha en la mano. La enchufó y empezo a alisarme el pelo. Cuando terminó, contemplo su obra de arte. Ah. Como me quema la cabeza.
- Ahora ve a ponerte el vestido - me ordenó.
- Si, mi capitan.
Me saco la lemgua mientras yo me metia en su inmenso armario y cogia mi vestido. Era un vestido de palabra de honor, la parte superior era negra y dejaba al descubierto un poco de los lados laterales. La falda era de  un tono magenta oscuro.
- ¿Ya estas? - me pregunto Tiff. Entró en el armatrio y se puso su vestido. Tambien era de palabra de honor, la parte de ariiba estaba cubierta de pedreria de colores y la falta blanca transparentaba y se le veia sus finas y blancas piernas. Lo conjuntaba con unos zapatos de cuña rosas.
- ¿Lista? - le pregunte.
- Mas que eso. - miró su reloj - Solo queda media hora hora.
Sonó el timbre. Apoye mi mano en el hombro de Tiff. Una corriente electrica me subio por el brazo.
- No, sueltame, eres un cerdo - grito Tiff - para... Marc.
- No, preciosa, no te pienso soltar. Voy a disfrutar del cargamento que llevas encima.
Abrí los ojos de golpe. No, ¿porque justamente el?.
- Tiffany, ¿Tu pareja es Marc Ellis?.
- Si, ¿Por que lo mencionas?.
- No vallas con el al baile. Puede... puede hacerte mucho daño, creeme.
- Bueno, intentare no acercarme mucho a el, ni quedarnos a solas, si te quedas mas tranquila. Bien, ya estan aqui nuestros chicos - sonrió. Se movio hacia la puerta pero se paro. Giro la cabeza hacia mi, seria.
- Oye, Ana, tu... - empezó. dudativa - ¿lo has hecho alguna vez con Michael?.
Me puse roja. ¿A que coño venia esta pregunta ahora? Vale que era mi amiga, pero no iba a contarle toda mi vida sexual.
- ¡¡TIFFANY!! - grite yo, avrgonzada
- ¿Que?
- ¡La puerta!
- Oh, claro. Voy, vooy - dijo, y dicho esto salió de su habitacion. Yo la seguí.
En padre de Tiff ya habia abierto, y ella bajaba las escaleras elegantemente mirando a Marc. Michael me buscó con la mirada hasta encontrarme. Sonrió. Yo me ruboricé, nunca habia llevado un vestido tan corto. Baje las escaleras lentamente, agarrandome a la barandilla con fuerza para que no me cayera, porque notaba que me temblaban las piernas.
Cuando llegué abajo fui con Michael y lo besé. Me hacia falta ponerme de puntillas aun con tacones para llegar a su altura
- Esta noche estas guapisima - dijo. Le mire con cara de ofendida.
- ¿Esta noche?.
- Todos los dias. Para mi siempre seras preciosa.
- Bueno tortolitos, la limusina nos espera - dijo Tiffany. E aqui, un ser capaz de joder un momento romantico.

viernes, 6 de abril de 2012

Capitulo 2 - gran gusto

- Tiffany - la llamé intentando no llamar la atencion, se giró para mirarme - ¿tienes algun vestido de sobra?
Sonrio ante mi comentario. Pues claro que tenia vestidos de sobra, era Tiffany, mi mejor amiga.
- Si. Supongo que iras con Michael al baile.
- Aun no se lo he dicho, pero seguramente si.
Michael era mi novio. Llevabamos saliendo un año. Yo, la capitana de las animadoras y el, el capitan del equipo de rugby. La pareja perfecta que todo instituto tiene.
- ... hoy se os entregaran las notas, los deberes y el libro que se tienen que leer en vacaciones... - continuó el profesor.
Y encima un libro. Las notas, bueno, me gustaria decir que he sacado unas notas de dieces, pero no puedo, porque no es verdad.
- ...pueden irse.
Me levanto rapidamente, porque no habia sacado nada de mi mochila. La estupida charla en todas las clases que nos tocaban. En un cambio de clase veo a Michael por el pasillo. Levanto la mano entre la gente para que me vea.
- ¡Michael! - me ha visto - joder, ¿vamos al baile juntos, no?.
- Si, bueno, es lo normal.
- Ah, es que como no me lo habias pedido pues... - me rio - pensaba que no querias ir conmigo.
- No digas tonterias, amor.
Me beso y la mitad del pasillo dijo un "oh" muy tierno. Como si fuera la primera vez que nos besabamos, ¿pero es que estos no tienen nada mejor que hacer?.
- ¿Te veo luego? - me pregunta.
- No lo dudes.
Le vuelvo a besar y voy rapida a mi siguiente clase: sociales. Nos pasabamos toda la clase escuchando el mismo discursito de antes de vacaciones.
- Bueno, este año, como sera mi ultimo año en este instituto, no pondre deberes.
- ¡Bien! - se me olló decir a mi, solo a mi, el resto de la clase estaba en silencio, ahora mirandome a mi.
Me parecia bien que no pongan deberes de sociales para verano, pero lo que me parecia aun mejor era que solo tenga que ver a esa mosquita muerta de la profesora por un dia mas y se iría. Se me hace eterno.
- Valla valla, Ana. Veo que te parece bien que no ponga deberes.
- No, lo que me parece no solo bien, si no genial, es que te vallas del instituto -. susurre para mi misma.
Levante la cabeza y mostré mis dientes. "Sonriele a la hurraca" pienso.
Suena el timbre. ¡Por fin! Alguien entra a la sala y me arrastra, literalmente, fuera. Tiffany.
- Tia, tenemos que ir a mi casa - me dice.
- Pero si aun quedan clases.
- He pedido permiso pasa irnos. A ultima hora volveremos a por los deberes, el libro y las notas.
- ¿Te he dicho alguna vez cuanto te quiero?.
- Buff, como todo el mundo. Mirame, soy adorable.
Esta niña se lo tenía muy creido, pero no se lo dije para que me dejara el vestido.
Andamos y salimos fuera del instituto. El aire olia a humo, lo normal en el canvio de clase. Los fumadores se acoplaban en la puerta. Uno de ellos me saludó. Mi ex novio Marc.
- Demonos prisa - le suplico a Tiff en un susurro.
Vamos hacia el descapotable blanco de Tiffany. Subimos y ponemos rumbo a su casa, su mansion, no mas grande que la mia. Entramos a su habitacion y empezamos a rebuscar vestidos.
Estubimos un buen rato probandonos, bueno, probándome ropa, hasta encontrar el vestido ideal.
- Tia, ¿cual elijo?¿el rosa o el blanco? - me pregunta Tiff.
- Creo que el rosa te queda mejor.
- Entonces me pondré el blanco.
Respira Ana, respira.
- ¿Y entonces para que me preguntas?.
- Para elegir justo lo contrario. No es que tu tengas un... gran gusto.
Tranquilizate, ten paciencia. Se pasó la hora y ya teniamos que ir al instituto a recoger las cosas.

jueves, 5 de abril de 2012

Capitulo 1 - te veia venir

Abro los ojos ampliamente y me coloco haciendo que mi espalda se apoye en la cabecera de la cama, segundos antes de que el despertador sonara marcando las 7:30.
- Te he vuelto a ganar - le digo al despertador. Como todas las mañanas, hablando sola.
Abro mi armario y pienso en lo que me voy a poner. Cojo lo primero que veo: una sudadera azul, unos vaqueros cortos negros, unas medias negras, bueno, casi transparentes y mis zapatillas converse, tambien negras.
Me miro al espejo de mi habitacion y me retoco un poco el pelo. Perfecta.
Bajo las escaleras y entro en la cocina y cojo el plato que estaba a punto de caerse de las manos de mi madre. Le doy un beso en la mejilla como saludo y ella me sonrie.
- Buenos dias, dormilona - me dice.
- Buenos dias.
Salgo de la cocina y voy a la puerta. La abro. Ttiffany estaba en el portal de mi casa, ahora con la cara de sorprendida.
- Aun no habia llamado - grita, flipando aun en la puerta.
- Te veia venir.
- Tia, tienes que decirme como haces eso, me estas empezando a asustar.
- ¿A asustar?, mm... bien.
- Que cabrona - dice mientras me da un puñetazo flojo en el hombro - bueno, ¿estas lista para ir al instituto?.
- Esperate, que tengo que desayunar. Sientate si quieres.
Entramos a la cocina y mi madre saluda alegremente a Tiff, que le responde con un movimiento de mano. Me siento a la mesa y me tomo mi tiempo en comerme mis tostadas. Tiff me miraba con cansancio. Le sonrío, aun con la tostada en la boca. Vale, ahora me mira con asco.
- ¡Ay tia! que asco! ¡cierra la boca, por favor!
Aora me tomaba mi vaso de zumo, lenta, muy lenta.
- No te mates bebiendo - me dice Tiff.
Paro de beber. El vaso estaba por la mitad. Miro a Tiffany.
- No te preocupes si me ahogo, estaré bien - bromeo.
Por fin acabo. Dejo el plato y el vaso en la pila para que mi madre los lave. Vuelvo a salir de la cocina y cojo mi mochila (pintada por mi), que esta al lado de la puerta. Abro la puerta.
- Ah, joder - grita Tiff.
- ¿Y ahora que coño te pasa?.
- No se, me has dado con la puerta en toda la cara.
Salimos fuera y bajamos las escaleras del portal. Me paro y miro el reloj. Hago una mueca.
- Mm... llegamos tarde.
- Que novedad... - dice Tiff sarcastica - llegamos tarde desde el primer dia, los profesores ya ni se molestan en decirnos nada. Porcierto, quedan solo dos dias de clase, ¿que piensas hacer en verano?.
- No lo se, supongo que me quedare en casa.
- Genial, entonces podras venir conmigo al apartamento de mis tios - sonrió.
Me adelante a Tiffany. Oí el sonido de una camara al hacer una foto. Me di la vuelta, y alli estaba Tiff con su movil naranja.
- ¿Me has hecho una foto?.
- Si - se rió.
- Ya puedes correr - dije tranquila.
Salí corriendo detras de ella. Ella se reia mientras corria. Tanto correr, que llegamos al instituto enseguida.
- La foto para Tuenti - dijo Tiff.
Entramos al instituto, a la clase que nos tocaba, para ser mas exactos. El profesor se sorprendió al vernos entrar junto a los otros compañeros.
- Señoritas, ¿ustedes son de esta clase?.
Nos reimos y nos sentamos en nuestro sitio, juntas.
- Bueno, como ya sabran, mañana es el ultimo dia de clase, por lo que no haremos nada, y no hara falta traer mochila. El lunes por la noche se celebrara el baile de fin de curso y... - empezó el profesor.
Mierda, ni me habia acordado del baile de fin de curso, y es la semana que viene. No tengo vestido. Dios, he muerto.